domingo, 14 de diciembre de 2008

La nieve

Tenía pensado escribir sobre algo totalmente distinto, pero aún pienso en lo que vi ayer por la mañana a través de la ventana. Estaba nevando. Me pasé una hora mirando por la ventana.

Me gusta la nieve porque es silenciosa. Se acumula poco a poco, sin hacer ruido, y parece que su va y ven amortigua lo demás. Me gusta salir cuando nieva y sentir en la cara las cosquillas que hacen los copos. Me gusta su tacto y eso que se siente en el aire.

Me hubiera gustado estar en una cabaña perdida en el bosque, con fuego encendido en la chimenea. Hubiera mirado por al ventana cómo nevaba, también durante mucho rato. Después me hubiera puesto mi abrigo y mis guantes y hubiera salido a jugar con la nieve. Hubiera hecho un muñeco de nieve y hubiera caminado entre los árboles para ver cómo las ramas ceden con su peso.

Reconozco que muy a menudo sueño despierta, y hay momentos en los que no lo puedo controlar. Me pasa cuando voy en coche. O cuando estoy sentada esperando a alguien. Pero me pasa especialmente esas veces, esas raras veces, en las que nieva.

2 comentarios:

Hematie dijo...

Sigo sin poder poner comentarios en otros blogs... Os sigo leyendo, pero estoy muda xD

Buk dijo...

Mmmmm...m'encanta la neu, per desgràcia aquí a Barcelona no tenim la sort de poder veure nevar. Quan algun any extraordinari ho fa, per a mi és festa grossa :-)