lunes, 13 de agosto de 2007

Poco a poco

Ayer me contaron una historia.

Un hombre, en un pueblo, se paseaba todos los días con una bolsa. En ella llevaba siempre una o dos piedras. Todos los días.

Las cogía en el campo, de alguna casa derruida o del río.

Se pensaba de él que estaba loco porque además apenas hablaba con nadie. A nadie se le ocurrió pensar que tal vez sólo era un poco distinto a los demás, un poco excéntrico.

A los diez años, después de reunir todas las piedras necesarias, empezó a contruir una casa. Era grande, de piedra maciza, como él siempre la quiso.

Lo hizo poco a poco, no tenía prisa.

Hoy ese hombre vive en esa casa. Su casa.

No hay comentarios: