Tenía mucha curiosidad por visitar una ciudad de la que se dicen muchas cosas, y aunque cuatro días no es mucho para sacar conclusiones, algunas ha habido. Supongo que he terminado por confirmar algunas suposiciones que me llevaba de Madrid.
Barcelona es una ciudad preciosa, eso no se puede negar. El barrio gótico es uno de los sitios más bonitos por los que he paseado nunca. Tenía un encanto muy especial. Puede que sea esa extraña mezcla que siempre resulta del conjunto de lo antiguo y lo moderno.
Hemos estado en los sitios típicos y en los que no lo son tanto. Me gusta hacer eso. Casi prefiero salir de los sitios turísticos para ver un poco más de la verdadera cara de los sitios. En viajes cortos es difícil hacerlo, pero aunque sólo sean un par de calles, me gusta.
Es una ciudad que supongo está acostumbrada a la gente de fuera. Nadie fue borde, nadie se negó a que nos entendiésemos los unos con los otros. Mito roto, por lo menos por mi parte.
Todo, eso sí, muy masificado. Había sitios intransitables por el día y las entradas a algunos monumentos eran casi imposibles. En otra ocasión.
De momento, eso sí, niguna ciudad me parece tan bonita como Lisboa de noche.
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Una vez, hablando con un compañero de clase, le dije que a mí Londres ya me había supuesto un pequeño choque cultural. Se llevó las manos a la cabeza. A él eso sólo le había pasado al ir a la India...
Para mí siempre hay cierto choque, aunque la distancia recorrida sea pequeña. Madrid y Barcelona son muy diferentes. Aquí no se cuida la cultura como allí, y de eso ya nos habíamos dado cuenta antes de irnos. No hay tantos coches, la circulación se divide con las bicicletas, para las cuales hay un enorme carril bici y espacio para aparcarlas. Y si no la tienes, la puedes alquilar. En ciertas cosas, Marid va a remolque de Barcelona.
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Una de las cosas que más me gusta de viajar es el momento en el que huelo por primera vez el olor de una ciudad. Cada una tiene el suyo propio, muy característico, y creo que podría reconocer en las que he estado por ese olor.
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La vida, en general, es distinta, tiene un ritmo diferente. Aunque puede que todo sean conjeturas de turista.
8 comentarios:
Coincidim amb les olors. Plenament.
Madrid fa olor de cereals.
Barcelona de gas i mar.
Palma de Mallorca de la casa en la que vivia quan era petita.
París de pluja i tinta.
Londres, no fa olor de res.
Anda! Me alegra la coincidencia :)
Pero lo curioso es que a mí Londres sí que me huele a algo, me huele como a sucio o a fábrica. Quién sabe, quizá fuese un poco psicológico.
Coincido con el de Barcelona. Y París... ay, qué ganas de ir.
Bienvenida y gracias por comentar!
Aquesta moleskine ha donat molt de sí!
Em crida l'atenció això que dius de sortir dels llocs turístics "per veure la vertadera cara dels llocs". Em passa el mateix, però em temo que els turistes ja formen part de "la vertadera cara dels llocs". Pensar la Sagrada Família sense coes fa por, sona a catàstrofe nuclear...
:)
Gran post!
Jajaja, y todavía le queda a la moleskine.
Hombre, algún sitio hubo en el que no se veían turistas, pero daban algo de miedo :) De todas formas tienes razón, estaban por todas partes, madre mía... Por cierto, dos horas mínimo para subir a las torres de la Sagrada Familia es una pasada...
¡Muchas gracias!
Continuará...
Ahhhhhh!!!! Així que de visita a la ciutat d'en Buk, eh? M'alegro de que l'experiència hagi sigut positiva.
Veig que lo de les olors de les ciutats és força comú! I jo que pensava que era un bitxu raro... ;-)
Enhorabona pel post, Hematie. :-)
Buuuuk!! Fíjate que lo pensé: "igual hasta me le cruzo..." Me hace gracia pensar en esas cosas.
Pues sí, la verdad es que la experiencia ha sido muy positiva. Y me alegro mucho de que a ti también te pase lo de los olores, yo también pensaba que era un poco rara con eso. De momento ya vamos tres :)
¡Muchas gracias por lo del post!
Comparto contigo identificar lugares y olores. Parece mentira pero ¡la pituitaria no falla!. El otro día abrí la despensa en casa de una prima mía de Mallorca y su olor me trasportó a Segovia, a casa de otro familiar...increible! Lo almacenamos todo en el cerebro!
¡Qué curioso! A mí alguna vez me ha pasado algo parecido. Un olor me devuelve a algún sitio o a algún momento. El otro día estuve pensando que eso me pasa con los olores y con la música. Los asocio con los recuerdos :)
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