lunes, 24 de septiembre de 2007

Mirar al cielo

Hoy he visto pasar un avión. He mirado hacia arriba y he recordado cómo me sentía hace un año. Miraba hacia el cielo cada vez que veía pasar uno y deseaba estar dentro. Quería escapar, desaparecer, ir donde fuera que iba ese avión, al menos por un tiempo. No quería enfrentarme a lo que se me venía encima, se me hacía demasiado duro.

Pero no escapé, seguí hacia delante, paso a paso. Y al final encontré la felicidad, dulce y olvidada.

Hoy he mirado hacia el cielo y he sonreído. Ya no quiero escapar. Quiero ver pasar mi vida. Quiero vivir cada día con ilusión, con fuerza.

Vendrán momentos duros, mucho más que los del pasado. Y será difícil. Pero aun así no me los quiero perder, porque después vendrán cosas nuevas, nuevos días, nuevas vivencias.

Ahora me gusta mirar al cielo.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Cambios

Hoy he vuelto a oir la frase: "las personas no cambian". No estoy del todo de acuerdo. Puede que en su esencia no cambien del todo, pero se producen cambios inevitablemente. El mundo gira y nosotros con él. Nos movemos, nos relacionamos, envejecemos... vivimos miles de experiencias a lo largo de nuestra vida, unas más trascendentes que otras, que hacen que evolucionemos. Nuestras viviencias hacen que no miremos hacia el mañana ni reaccionemos ante él como lo hicimos en el pasado.

A veces cambiamos para bien, a veces para mal. Y está bien cambiar. Puede ser doloroso o puede ser reconfortante, o las dos cosas a un mismo tiempo. Si miramos hacia atras, y retrocedemos diez años en el tiempo es probable que veamos a un "yo" bastante diferente.

Puede que se piense eso porque se cree que quien es bueno es bueno, y quien es malo lo seguirá siendo de por vida. Pero eso tampoco tiene por qué ser así. Para empezar ya no creo que haya un bien y un mal. Depende de la perspectiva. Lo que es bueno también puede ser malo.

Hoy además me ha dado cuenta de lo mucho que ha cambiado una persona. He mirado a los ojos de A. y he pensado en lo distinta que es. Solía ser una persona llena de energía, de esas que brillan sin querer y que dejan una marca imborrable por donde pasan. Siempre dispuesta a cambiar el mundo, siempre dispuesta a luchar.

En esencia sigue siendo esa persona, pero de alguna forma ya no es la misma. Sus ojos están tristes, derrotados. Ha perdido las ganas de luchar por "una serie de catastróficas desdichas", como diría Lemony Snicket. Ya no emana esa alegría contagiosa. Solía pensar que sólo era una etapa, pero ya no parece serlo. Quién sabe.

Lo difícil es aceptar los cambios, que nuestro entorno cambie, que las personas que nos rodean cambien, que vayan de un punto a otro en un momento en el que nosotros nos quedamos quietos, estables.

No es fácil.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Todo es relativo

Hoy me han dado una mala noticia. Me he sentido frustrada, impotente y triste. Pienso en esa eterna pregunta, de qué es lo justo y lo injusto, dónde está la barrera entre lo uno y lo otro y quién decide dónde ponerla.

Todo es relativo. Dependiendo del punto de vista las cosas pueden ser blancas o negras, rara vez grises. ¿Qué hacer cuando algo para ti es injusto y para los demás no lo es tanto? Ir contra corriente supone un esfuerzo enorme y poca probabilidad de éxito. Pero la resignación es igualmente dolorosa. Es horrible sentir que tienes la razón, viéndola clara ante ti, y luego ver como alguien con el poder suficiente te contradice y no puedes hacer nada.

Esto pasa todos los días en política, en las relaciones, en exámenes, en el trabajo... A veces toca reir y a veces llorar.

Intento seguir los consejos de M. y mirar hacia al futuro sin sentirme mal sabiendo que, al menos esta vez, tengo razón y no tengo nada que reprocharme. "The Doors" me han dicho esta mañana una vez más: "Take it easy baby, take it as it comes".